Autor/Fuente: elpais.bo
Publicado: jueves febrero 3, 2022
A más de una década de haberse empezado a construir, el camino Bermejo-San Antonio aún no se termina. Actualmente, el proyecto se encuentra paralizado y es motivo de conflicto entre la Gobernación de Tarija y los trabajadores del Servicio Departamental de Camino (Sedeca).
De acuerdo a sus antecedentes, este proyecto inició en la gestión del exprefecto Mario Cossío, allá por el año 2007, con una inversión superior a los 200 millones de bolivianos. Fue motivo de discrepancia y denunciado por irregularidades en el interinato del exgobernador Lino Condori, cuando se desaprovechó la época de bonanza económica. Se intentó reactivar y concluir en el mandato del exgobernador Adrián Oliva; y a la fecha es el dolor de cabeza para la gestión del gobernador Oscar Montes. Aún no se acaba.
El camino, conocido como la Ruta de la Dignidad, debía conectar al municipio de Bermejo con la ahora llamada Región Autónoma del Chaco, esto para evitar que el transporte tenga que ingresar a territorio argentino, ya que este tramo nacional no contaba con las condiciones y por esto se iniciaron los trabajos.
Inicialmente el proyecto era de 41,277 kilómetros de asfaltado que debía ser construido por la Unidad Ejecutora del Camino Bermejo-San Antonio (Ubesan) pero fracasa, por lo que luego asume la Asociación Accidental San Antonio (ASA), pero por cuestiones administrativas, el proyecto original sufre algunos recortes, lo que deriva en que se ejecute apenas 30 kilómetros. El proyecto queda a medias.
Durante la administración del exgobernador Oliva, el 2018, de decide que los restantes 10 kilómetros sean ejecutados por administración directa por el Sedeca con una inversión de 42 millones de bolivianos. Sin embargo, por la caída de los recursos económicos, sumado la emergencia sanitaria a causa del Covid-19, el tramo tampoco pudo ser terminado.
Tras gestiones con el Viceministerio de Inversión Pública y Financiamiento Externo (VIPFE), se acuerda que en la gestión 2021, el tramo debió iniciar con los trabajos en enero, pero la coyuntura electoral derivó en el que proyecto sea reanudado después de los comicios nacionales y subnacionales. Fue recién, cuando el gobernador Montes asume el mandato de la Gobernación, que se reactiva la obra en el mes de julio, previo un compromiso con los trabajadores del Sedeca.
Problemas con el Sedeca
El ejecutivo del Sindicato de Trabajadores del Sedeca, Franz Ayarde, recuerda que, en agosto del año pasado, el gobernador Montes pide a los obreros asfaltar al menos 5 kilómetros hasta finales del 2021. Para que, a inicios del 2022, sean nuevamente contratados y se continúe con lo restante.
“Los trabajadores cumplieron, dejaron los primeros 5 kilómetros listos para la imprimación y echar la carpeta asfáltica los primeros días del mes de diciembre. Ahora, no es responsabilidad de los trabajadores que la licitación llevada a cabo por la actual administración se haya declarado desierta en una primera instancia, y en segunda instancia se haya caído, lo que deriva en que no haya agregados ni áridos, el material indispensable para preparar la capa asfáltica”, enfatizó Ayarde.
En cuanto a los recursos económicos para el proyecto, de acuerdo al Plan Operativo Anual 2021 (POA), se tenía presupuestados 15 millones de bolivianos, de los cuales, el Sedeca llegó a ejecutar 6,5 millones, quedando un saldo de 8 millones de bolivianos.
Según datos del Sistema de Gestión Pública (SIGEP), el proyecto tiene inscritos para este año un presupuesto de 5,3 millones de bolivianos, por lo que el Ejecutivo del Sindicato reclama que hasta ahora la Gobernación no reactive el proyecto y vuelva a contratar a los obreros del Sedeca para terminar el trabajo pendiente en el tramo.
Hasta la fecha, de los 42 millones de bolivianos, que es el costo total del proyecto, se estima que se han ejecutado 28 millones de bolivianos. Sin embargo, considerando el presupuesto de este año, más el saldo del año pasado, se estima que hay al menos 12 millones para este tramo caminero.
El País buscó información a través de la Secretaría de Obras Públicas de la Gobernación y el Director del Sedeca, sin embargo, no hubo respuesta.
Transporte pide priorizar el camino y terminarlo
El dirigente del Transporte Unificado de Bermejo, Víctor Sánchez, ve una dejadez por parte de las autoridades nacionales y departamentales, que por no coordinar acciones y gestionar los recursos económicos necesarios, no se termina este anhelado proyecto para la región sur del departamento.
“A la fecha encontramos diferentes clases de obstáculos, uno por la naturaleza y otro por la dejadez de las autoridades. Hasta el año pasado se tenía que terminar 5 kilómetros, hasta la zona que decimos el Mauque, pero no llegó y a la fecha nos encontramos sin el puente de San Telmo que hace mucha falta para transitar, peor aún han repuesto el puente colgante para los peatones, la gente pasa en chalanas”, apuntó Sánchez.
Sánchez también hizo referencia en que actualmente el tramo que conecta a Bermejo con el Chaco, representa un peligro para los transportistas. Ya que la gestión pasada han registrado tres atracos, cerca de la zona de San Alberto en el municipio de Caraparí.
“Ahora no sabemos cuándo se va terminar, con los problemas con el Sedeca, las autoridades se han perdido. Ahora las cosas ya están de buen tamaño, yo creo que pasando Carnaval vamos a asumir medidas de presión, no lo queremos hacer antes para no perjudicar la economía de la gente, porque sabemos que llegan turistas al departamento justo en estas fechas”, afirmó Sánchez.
En complemento, el ejecutivo de la Federación del Autotransporte “15 de Abril”, Gabriel Pérez, señaló que tras haber sostenido una reunión con la Gobernación de Tarija, la jornada de este martes, se informó que hasta fines de febrero se prevé solucionar el conflictos que se tiene con los trabajadores del Sedeca, y reanudar con los trabajos en esta obra.
Pérez manifestó que el viernes llevarán adelante un ampliado del autotransporte, donde la Gobernación estará presente para explicar los motivos de la paralización de la obra.